domingo, 21 de febrero de 2010

Una fracción impredecible

Nacer, crecer, vivir, morir... como un perro, como un tigre, como una planta, arbol o un pequeño pez, parte de la extraña e impredecible naturaleza, esta naturaleza que un dia nos castiga y al otro nos regala pequeños sueños que nos devuelven la alegria y las ganas de seguir luchando, pequeños triunfos que nos llenan el alma desplazando la tristeza que nos acompaña continuamente en este mundo imperfecto pero habitable, a veces injusto otra veces acuánime. Crecer, sin que nadie nos de comida o nos regale sueños, sin que los gobernantes hagan algo por sus gobernados. Como el perro, como el tigre, como la planta, viviendo de lo que podemos, buscando estar mejor en esta vida por uno mismo, vida que todos completamos algún dia con los sueños que cumplamos o no, con lo que logremos o no, cuando se complete el ciclo de la vida: haber crecido, vivido y soñado, en ese momento apagaremos levemente la llama que nos ilumina, dejando a nuestro seres queridos llenos de luz, orgullo, amistad y amor.

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