domingo, 21 de febrero de 2010

Anhelo Imperecedero

En este libro que no va ni por la portada escribimos nuestra historia, salteando sueños para no desilusionarnos mañana.
Decias que la oscuridad de la noche no se reflejaba en tu alma, por que a pesar de que ya no este el sol, siempre que miras por la persiana de tu cuerto ves luciérnagas de metal iluminando, iluminando la calma de esta ciudad que no duerme ni da ventajas.
Pronto otro día llegara, desde el horizonte el sol asoma una ves mas, siempre, cada amanecer. Luchando vas a llegar a estar allá, a donde soñaste, donde las aves vuelan en silencio y los árboles viven 9000 años.
Enrejando tristezas escondes los miedos, liberando promesas seguís su juego... Por que en el fondo simplemente es eso, una especie de juego donde hay que jugar, divertirse, y tratar de ganar, y si perdes podes volver a empezar.
Después de perder, mientras descansaba... aquella persona me despertó diciendo que aquel que no llora con el corazón tampoco sabe reír y menos amar con ese mismo corazón, que hay que disfrutar todo, hasta los malos momentos por que cada fracción de tiempo que pasa es un fragmento de la vida que no regresara jamás y que sobretodo nadie se ahoga sin antes intentar nadar.

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