sábado, 6 de noviembre de 2010

Profecía

Desde sus principios el hombre como ser racional siempre busco aprender. Aprendió a convivir y a conocer mejor a la naturaleza al obedecerla y al oponerse a ella. Busco refugios en las cuevas y comida afuera de ellas. El presente no es tan distinto, la naturaleza del hombre sigue siendo la misma, también hay algo que el hombre siempre busco y es poder, este poder cuando llega a manos equivocadas se torna una amenaza.

Ese día distinto todo parecía tranquilo, las aves navegaban el cielo, las personas deambulaban las calles, como cualquier día normal, después de todo, era un día normal al resto, o al menos hasta que el reloj marco la hora exacta en la que el cielo lloro lagrimas solidas. El viento solía llegar de la mano del chaparrón, pero éste era tan distinto al resto que ni siquiera intento asomarse. Caos vehicular, ríos de sangre bañan la ciudad, peces perdidos en el mar parecen corriendo sin destino. Mucha agua y aire corriendo, manchadas de desgracia. La soledad buscaba un alma, el alma buscaba un cuerpo para abrigar, no se encontraron y se quebraron al unísono. Esta vez a algunos el refugio los condeno, el juez no fue otro que el destino y el abogado la ilusión de desertar del lugar en el momento preciso.

Ciertos arboles no pueden sostener sus propios frutos por mucho tiempo, estos caen al igual que los imperios, al igual que la lluvia del cielo. Ahora el presente es distinto, el desconsuelo se apodera de las calles.

4 comentarios:

  1. Y si, lamentablemente el desconsuelo se va apoderando poco a poco de las calles :/

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  2. Porque tuvo que surgir el desconsuelo?
    Te dijeron "amiga" jaja
    Besos Leo!

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  3. No me canso de decirte.. QUE LINDO QUE ESCRIBÍS.
    Te mando un beso.

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